Las columnas salomónicas de la iglesia de San Luis de los Franceses.
Siguiendo la programación del Taller “Paseando por Sevilla”, nuestros socios peregrinaron hasta la Iglesia de San Luis de los Franceses para contemplar la belleza del barroco. Ya lo dice el dicho: No hay mal que por bien no venga. Gracias a que este templo fue desacralizado con la desamortización de Mendizábal, hoy podemos apreciar tanta belleza y arte; ya que no sufrió los ataques vandálicos de las hordas republicanas en los años treinta (los cercanos templos de Santa Marina, San Marcos y San Julián, en cambio, sí ardieron).
Este conjunto monumental lo mandaron construir los jesuitas entre 1699 y 1731 y en su interior se veneran los santos de la Compañía de Jesús (San Ignacio de Loyola, San Estanislao de Kostka…). Esta iglesia circular, única en Sevilla, fue diseñada por el arquitecto Leonardo de Figueroa; las pinturas murales son obras de Domingo Martínez y Lucas Valdés, y los retablos del escultor Pedro Duque Cornejo.
Expulsados los jesuitas en tiempos de Carlos III, este conjunto fue ocupado por los franciscanos y, tras la invasión francesa, se transformó en un hospicio. Actualmente lo gestiona la Diputación de Sevilla.
La grandiosa cúpula de la Iglesia de San Luis de los Franceses de Sevilla.
Las maravillosas pinturas murales de la cúpula.
El retablo mayor con San Estanislao de Kostka y el Niño Dios en sus brazos.
Los socios de la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva en el interior de la iglesia.
El patio ajardinado del conjunto San Luis de los Franceses
Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva 