Es casi inconcebible que no imaginemos una Navidad llena de árboles, con sus luces, con sus bolas, con sus adornos… Pero es muy habitual que, principalmente en nuestras ciudades, nos encontremos ahora con muchos árboles y plantas artificiales, colocados ahí para propiciar un ambiente “amable”, para alegrar a las personas.
¿Por qué? ¿Por qué, cuando lo queremos todo más natural, lo hacemos de una forma artificial? Césped y árboles de plástico, cambiar tierra por baldosas… Parece una locura, una historia de ciencia ficción. Nos estorban las hierbas, las hojas secas y los bichitos, que nos generan mucho trabajo pero que forman parte de la vida, y los queremos reproducir de forma artificial, pensando que lo elaborado es el futuro. Nos llamamos racionales cuando la irracionalidad impera en nuestras acciones. El futuro es pensar en lo natural, luchar por la salud del medio ambiente, por el entorno donde vivimos y del que nos alimentamos. Aún estamos a tiempo.
Por una verde Navidad, llena de esperanzas
Deseo trasladar mis mejores deseos para estas fechas tan señaladas, y lo mejor para el año que está por venir, a todos los amantes de la naturaleza y, en especial, a los amigos y amigas de este blog. Sigamos poniendo todo lo que esté en nuestras manos para conseguir un mundo más racional, más verde y más sano.
José María Pérez Gómez
Ingeniero Técnico Agrícola
Más artículos de José María Pérez Gómez, en este blog y en La Voz del Sur.
Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva 